Primer
hospital en Asientos.
Aguascalientes,
México 1807.
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Cementerio de Guadalupe |
Xavier A. López y de la Peña
Asientos fue fundado por los conquistadores
españoles Francisco y Diego de Ibarra (este último 1520-1572), según documentos
fechados en 1548. Tiempo después, un grupo de gambusinos o buscadores de
metales se fueron congregando en terrenos pertenecientes a la extinta Hacienda
de Nuestra Señora del Cerro, dando origen a la primera mina ubicada en las
faldas del Cerro de Altamira.
Al municipio se le conoció primeramente
con el nombre de Nuestra Señora de la Merced y, pasado el tiempo tomó el nombre
de Nuestra Señora de Belén de los Asientos de Ibarra, en honor a sus fundadores.
En 1647, se inició la explotación de la minería, a partir de este momento,
Asientos tuvo un gran progreso económico y demográfico que se reafirmó con la
llegada de Agustín Mejía, mestizo gambusino oriundo de San Luis Potosí, que
certificó en 1706 el potencial minero de la región.
En este Real de Asientos,
Aguascalientes, el padrón presentado al obispo D. Juan Ruiz de Cabañas en 1807
registra 9,897 habitantes en la jurisdicción.
Los años habidos de
bonanza en la región les permitieron a los pobladores reedificar el templo
parroquial, la iglesia al Santo Cristo de Tepezalá de Real de Asientos,
bendecida en 1804 por el cura del lugar, el ilustre bachiller Don José Lino
Castellanos y Pacheco. (Cabe mencionar, que el cura don Miguel Hidalgo y
Costilla se alojó en varias ocasiones en la casa parroquial de este poblado
minero, hoy municipio de Asientos, en donde era recibido por el propio cura Castellanos
y Pacheco, allá por los años de 1808 y 1809 y se recuerda también que en estas fechas el lugareño Julián Macías, alias “El
Botas Prietas”, simpatizaba con las ideas independentistas del cura Miguel
Hidalgo, de igual manera algunos marginados de Tepezalá y de otros pequeños
pueblos).
Dichos
pobladores de Real de Asientos también construyeron un hospital al que proveyeron de todo lo necesario como se especifica
en un informe de 1808 ubicado en el Archivo del Arzobispado de Guadalajara, que
menciona que en él se daba abrigo y alimento a los pobres y otros servicios. “Tiene
colchones, sábanas, colchas, almohadas y cortinas con división de pared para no
ser registrado cada uno con la vista de otro enfermo; se les da a unos según su
enfermedad chocolate, a todos carnero y gallina...; todo con limosnas que se
juntan semanariamente tomando la demanda desde el Juez Real hasta el último
vecino”.
Lamentablemente
solo tenemos esta efímera noticia acerca de este hospital.
Todo lo anteriormente
referido se vino abajo rápidamente con el brote y la lucha insurgente, con los
estragos que venían haciéndose a la población por la merma en las cosechas y la
caída de la producción minera ocurrida en la entidad.
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First hospital in Asientos, Aguascalientes,
México. 1807.
Asientos was founded
by the Spanish conquistadors Francisco and Diego de Ibarra (1520-1572),
according to documents dated in 1548. Later, a group of “gambusinos” or metal
searchers were congregated in lands belonging to the extinct Hacienda de
Nuestra Señora del Cerro, giving rise to the first mine located in the
foothills of Cerro de Altamira.
The municipality was first known by
the name of Nuestra Señora de la Merced and, after time took the name of Nuestra
Señora de Belem de los Asientos de Ibarra, in honor to its founders. In 1647,
the exploitation of the mining began, from that moment, Asientos had a great
economic and demographic progress that was reaffirmed with the arrival of
Agustín Mejía, mestizo “gambusino” native of San Luis Potosí, which certified
in 1706 the mining potential region of.
In this Real de Asientos,
Aguascalientes, the register presented to the bishop D. Juan Ruiz de Cabañas in
1807 registers 9,897 inhabitants in the jurisdiction.
The years of good fortune in the
region allowed the people to rebuild the parish church, the church Santo Cristo
de Tepezalá de Real de Asientos, blessed in 1804 by the priest of the place,
the illustrious bachelor Don Jose Lino Castellanos and Pacheco. (It should be
mentioned that the priest Don Miguel Hidalgo y Costilla lodged several times in
the parish house of this mining town, now the municipality of Asientos, where
he was received by the priest Castellanos and Pacheco himself, back in 1808 and
1809 and it is also remembered that at this time the local Julián Macías, alias
"The Botas Prietas", also sympathized with the ideas of the
independence of the priest Miguel Hidalgo, likewise some marginalized from
Tepezalá and other small towns).
These residents of Real de Asientos
also built a hospital to which they provided everything necessary as specified
in a report from 1808 located in the Archives of the Archbishop of Guadalajara,
which mentions that it provided shelter and food for the poor and other
services. "It has mattresses, sheets, bedspreads, pillows and curtains
with wall division so as not to be registered each with the sight of another
patient; Are given to some according to their illness chocolate, to all ram and
chicken...; All with alms that meet weekly taking the demand from the Royal
Judge to the last neighbor."
All of the aforementioned came down
with the outbreak and the insurgent struggle, with the ravages that were being
made to the population by the decrease in harvests and the fall of the mining
production occurred in the entity.